Bailarín de las estrellas

Sin tiempo, sin orgullo, sin muerte. Haz cenizas del laberinto.
Pulveriza los muros, las cárceles, las rejas.
Bébete el veneno.
Traga todo lo que sobra, la miseria, el rencor, la carencia.
Destruye.   Aniquila.  Nacerán de mí mil brazos.
Palparé lo invisible.
Desgarraré el velo con zarpazos arteros.
De la devastación del miedo,
sólo quedará el sigilo de mis patas de gata.
El ritmo del jadeo después de la batalla.
 
Buenos Aires,  Agosto 2013