Un encuentro potenciador, energizante, entre 5 artistas que crecemos compartiendo caminos o contándonos. Cada una con sus estilos, huellas y búsquedas trazamos este espacio en el tiempo que vuelve para recordarnos el bien de la amistad en la construcción colectiva. A medida que las mujeres vayamos repreguntándonos qué es el “arte” y qué lugar ocupa como herramienta de conocimiento ancestral y vínculo con el pasado, podremos crear un futuro donde este saber deje de ser usado como decoración para ideólogues y aclare las mentes de quienes ven al mundo y sus habitantes como objeto de sus deseos. Así pienso y concibo al alimentar la mirada de cuidado y amor sobre los seres terrenos, una mirada romantizada por el sistema impuesto para extirparle su raíz medicinal, sanadora y por tanto transformadora de la mujer artista.